El Bay Hill Club & Lodge de Orlando (Florida) ya tiene a su protector entre los tees del 1 y el 10. Se trata de una estatua de cuatro metros de alto del tristemente desaparecido Arnold Palmer, que hace pocas horas fue descubierta en el escenario donde dentro de dos semanas se disputará el campeonato que lleva su nombre, un evento que este año más que nunca rendirá tributo al Rey.
La escultura, fabricada en bronce y que alcanza los 631 kilos de peso, “representa a Palmer con el poderoso swing que fue su fiel imagen durante toda la trayectoria como jugador”, según reza el comunicado enviado por el complejo a los medios de comunicación. Elaborada por el artista Bruce Wolfe, el escultor se sirvió de muchas horas junto al jugador y de más de 100 fotografías para terminar un trabajo que le llevó ocho meses en el taller. Todo ello para presentarla en 2013 en un acto que tuvo lugar en el Arnold Palmer Golf Complex de Wake Forest. Ahora, cuatro años después, descansará para siempre en uno de los lugares de culto de la leyenda estadounidense.