Si hace unos meses les hablábamos de los problemas que podían tener los aficionados que acudieran a la reventa para hacerse con una entrada para disfrutar del Masters desde el Augusta National, hoy hemos conocido la condena ejemplarizante que tendrán que cumplir los cuatro miembros de una familia que compraron listas de correo masivo para obtener nombres y direcciones de personas que posteriormente eran utilizadas para participar fraudulentamente en la lotería de tickets del primer Major del año -uno de los métodos para poder hacerse con las entradas-.
De esta manera tenían muchas más opciones de participar y posteriormente, cuando eran agraciados con los tickets, cambiaban las direcciones postales mediante permisos de conducir o facturas falsas para asegurarse de que siempre les llegaran a casa. Así, posteriormente eran revendidos por alto precio a algún fan dispuesto a pagar grandes sumas. Una operación que, como reflejan los informes policiales, se repitió desde 2013 a 2017 y que reportó enormes beneficios a los Freeman.
El cabecilla de la trama era el hijo de la familia, Stephen Michael, quien este lunes admitió los cargos de fraude y admitió una pena de prisión de tres años. La hermana y los padres también se declararon culpables del mismo delito, aunque no se espera que acaben entre rejas. Eso sí, la familia tendrá que abonar a los afectados más de 275 mil dólares por los daños ocasionados. “Estos estafadores engañaban al sistema de lotería de tickets del Augusta National para satisfacer su propia codicia”, declaró la acusación en un comunicado. Una noticia que pone el acento en la fiabilidad de estos procesos aleatorios.