Todo se decidirá el lunes. Esta fue la decisión adoptada el domingo por la dirección del Farmers Insurance Open que está teniendo lugar en San Diego (California). Y es que, si el sábado ya hubo algunos problemas con la climatología, lo de ayer fue insostenible. Lluvia, mucha lluvia. Y por si eso fuera poco, cuando el temporal de agua cesó, comenzó a soplar un viento que hizo imposible la vida a los jugadores que salían en los últimos turnos de la jornada.
Estas circunstancias sobrevenidas perjudicaron enormemente a los que marchaban líderes, que vieron cómo les tocaba lidiar con la tormenta estando ésta en su punto más alto.
Y si no que se lo digan a Scott Brown, que iba primero al término de la tercera jornada y en los diez primeros hoyos del domingo sumó 6 bogeys que le hicieron descolgarse enormemente de la cabeza de la clasificación.
Lo mismo le sucedió al coreano Choi, su compañero de fatigas en la primera posición, que en la décima bandera llevaba ya sumado un +3 que provocó que descendiera al segundo puesto.
Todo esto no ha hecho sino que la clasificación se comprima un poco más y que jugadores que apenas contaban en las apuestas se les empiece a tomar en serio por el triunfo final.
Es el caso de Brandt Snedeker, al que sí le dio tiempo a finalizar su ronda cuando el día aún lo permitía y finalizó su vuelta arañándole un golpe al campo para un total de -6, situándose en el segundo puesto, un disparo más que los efectuados hasta la fecha por Jimmy Walker, que ha salido prácticamente indemne del partido estrella de la jornada –Walker, Choy y Brown- y, a falta de 8 banderas, se marcha a Casa Club ostentando la vitola de gran favorito.
Todavía queda mucha tela que cortar. Mañana más que nunca habrá que mirar al cielo, porque de él van a depender muchos jugadores para poder hacer algo grande en este legendario Torrey Pines GC.