El Mediterranean Ladies Open ha estrenado su segunda edición rindiendo un sentido y unánime homenaje a Celia Barquín, la golfista española trágicamente asesinada esta semana en Estados Unidos, compañera muy cercana de varias de las participantes en este torneo.
“Vamos a jugar por ella, en su honor”, declaraba emocionada Azahara Muñoz tras entregar una notable tarjeta de 4 bajo par. “Justo antes de que sonase la bocina que nos avisaba del inicio del minuto de silencio, tenía un golpe para birdie que anoté. Va por ti, Celia, me dije”, manifestaba igualmente conmovida Luna Sobrón, en su caso después de culminar el bello recorrido barcelonés con 3 bajo par, el mismo buen resultado conseguido por la barcelonesa Mireia Prat.
Las citadas Azahara Muñoz, Carmen Alonso -muy sólida ya por la tarde-, Luna Sobrón y Mireia Prat se distinguieron, con sendos 67 y 68 golpes, como las españolas más inspiradas en una primera jornada en la que se puso de manifiesto que la competencia, para ganar este Mediterranean Ladies Open, es extrema.
No en vano, esas muy buenas primeras propuestas de las españolas encontraron fuerte réplica en jugadoras de calidad contrastada como Anne Van Damm, una joven holandesa a punto de cumplir 23 años, con experiencia ganadora -se impuso en el Xiamen International Open en 2016-, compañera de partido a primera hora de mañana de Carlota Ciganda.
La navarra, asimismo todo corazón como el resto de las representantes españolas, experimentó una jornada convulsa, una mezcla de aciertos y errores que le impidieron mantener una línea ascendente antes de rebajar, eso sí, el par del campo en un golpe.
Sus 70 impactos quedaron no obstante lejos de los 64 (siete bajo par) de la demostración de eficacia de Anne Van Damm, permanentemente apostada en la parte más alta de la clasificación hasta que en la recta final de la jornada la francesa Celine Herbin se instalase en la perfección para acaparar todos los focos.
Su vuelta, inalcanzable, de 62 golpes (9 bajo par), se cimentó en dos maravillosos eagles en sendos pares 5 y cinco birdies que le permitieron exhibir la más amplia de las sonrisas y de paso, honrar como todas las participantes, a la golfista permanentemente presente en el recuerdo durante esta primera jornada. Y es que “va por ti, Celia” fue el auténtico clamor general.