Suma y sigue para el barcelonés Pablo Larrazábal (71 golpes, -6) en el Hero Indian Open de la bulliciosa Nueva Delhi. Y es que el jugador de la Armada se está erigiendo en gran salvador de los nuestros en una semana en la que el DLF G&CC está castigando de forma muy severa el más mínimo fallo de concentración. Y si no que se lo digan, por ejemplo, al italiano Matteo Manassero que en un visto y no visto ha pasado de formar parte del vagón de cabeza a quedarse muy cerca de no superar el corte después de haber entregado un 79 en esta segunda jornada.
No ha sido así para Pablo, quien continúa en la tercera plaza en la que le dejamos hace 24 horas después de otra ronda bajo par que, sí, costó más de la cuenta, pero que sabe mucho mejor. El deportista catalán inició con dos birdies sin errores sus primeras nueve banderas y, aunque las complicaciones comenzaron a acuciar con dos bogeys en el 10 y en el 17, Larrazábal no se vino abajo en ningún momento.
De esta manera se queda a solo un impacto del jugador local Shubhankar Sharma (64 golpes, -7), quien ha vivido una parte final memorable con seis aciertos en los ocho últimos hoyos para hacer el récord del campo, y sigue su particular espectáculo en lo que va de 2018, confirmándose como una de las grandes sensaciones a nivel global que opositará a la tercera victoria del curso en los últimos tres meses. Eso sí, será con permiso de Emiliano Grillo (68 golpes, -11), férreo líder del torneo tras otro recorrido en el que solo cometió un fallo.
El que también formará parte de la partida el sábado será Nacho Elvira (72 golpes, +3) quien, a pesar del final con dos bogeys que deslució una fantástica actuación hasta ese momento, pudo escalar las posiciones necesarias para hacer el corte. También lo tiene cerca Scott Fernández (Hoyo 17, +3), al que le bastará un par en la reanudación del 18 para saltar al campo en los últimos 36 hoyos. No pueden decir lo mismo Carlos Pigem (71 golpes, +4), que necesitará que caigan unos cuantos jugadores, ni Javi Colomo (78 golpes, +8), que todo apunta a que se marcharán del evento con las manos vacías.