Como si Royal Birkdale fuera una prolongación de lo sucedido hace cuatro días en el Dundonald Links escocés. De esta manera es como ha arrancado su participación en el Open Championship Rafa Cabrera-Bello (67 golpes, -3), que se ha convertido por méritos propios en el jugador más en forma de la Armada en los primeros 18 hoyos sobre suelo inglés.
El grancanario, seguro de sus posibilidades y con el punto de confianza que da el haber vencido en un evento de tanta envergadura como el Scottish Open, fue una de las caras agradables de un día desapacible en el que el tiempo se mostró rudo con los primeros partidos y algo más manso en la tarde.
El jugador isleño empezó como un tiro su ronda en Inglaterra. Birdies en el 1 y en el 3 que le hacían ocupar los primeros puestos de la tabla. Pero poco le iba a durar la alegría, pues dos bogeys en el 4 y en el 6 le devolvían el par a una tarjeta que no dejaría de sufrir modificaciones con el paso de los minutos. De hecho, del funesto bogey del 6 pasó a la alegría de los birdies del 7 y el 8, que nuevamente restablecían el -2 en un recorrido que bien parecía una montaña rusa. Y no cesó aquí, pues otros dos birdies en el 15 y el 16 le colocaron con -4, a solo uno de los líderes.
Lástima que uno de los bunker del 18 le jugara una mala pasada y le impidiera seguir a un impacto de Spieth (65 golpes, -5), Koepka (65 golpes, -5) y Kuchar (65 golpes, -5), el trío norteamericano que comanda la clasificación. El bogey le retrasó del cuarto puesto al sexto y desde ahí tendrá que pelear el viernes para seguir en la pugna por el torneo.
Algo más retrasado, aunque también por debajo del par, se encuentra el vizcaíno Jon Rahm (69 golpes, -1), que a pesar del desconcierto general vivido en el 17 –todos, incluso el PGA, le dieron 7 impactos en un hoyo donde había conseguido el birdie- se ha alzado en un complicado día para vencer al campo a base de tesón y mucho esfuerzo. Cinco birdies y cuatro bogeys le ponen en el T25, a poca distancia de los líderes.
Algo peor le han ido las cosas a Pablo Larrazábal (72 golpes, +2) y a Sergio García (73 golpes, +3), que han hincado la rodilla ante el campo inglés tras 18 hoyos complicados –sobre todo el castellonense, al que solo dos birdies en los dos hoyos finales le dan esperanzas de seguir en la pugna el fin de semana-.