El norteamericano embocó en su antepenúltima bandera para situarse colíder del evento y, preso de la alegría que se respiraba en Scottsdale, lo celebró de una particular manera
Estaba clarísimo que uno de los grandes Golpes del Día iba a llegar directamente desde el archiconocido par 3 del hoyo 16 de Scottsdale. Y es que, aunque el impacto tampoco es una maravilla -eso sí, hay que reconocer los diez metros de distancia del putt- la algarabía que se montó en la grada después de que Harold Varner III embocara para situarse en esos momentos en la parte más alta de la tabla fue suficiente para situarlo como uno de los momentos del día. Sobra decir que la celebración del estadounidense no se queda atrás…





