Hace apenas un mes que Dustin Johnson había vuelto al circuito profesional tras una ausencia de medio año. Golf Magazine había informado hace unos meses que Johnson había sido suspendido del PGA Tour tras dar positivo en cocaína, aunque se trataba de “palabrería”, según palabras del entorno del deportista americano.
Lo que sí reconoce DJ, es que se había tomado unos meses sabáticos para hacer frente a una serie de problemas personales. Y su retorno no ha podido tener un mejor comienzo. El pasado fin de semana se alzó con el segundo WGC de su carrera, con el que suma ya nueve triunfos en el PGA Tour, cifras a tener en cuenta para un golfista de apenas 30 años.
Johnson cierra así unos meses oscuros en los que se hablaba más de su vida fuera de los campos de golf que dentro de ellos. Hace siete meses, el golfista de Carolina del Sur sorprendía a todos anunciando su retirada para seguir un tratamiento. Pero, tras estos seis meses, DJ ha vuelto para quedarse.
Ha tenido un comienzo fulminante desde su regreso –cuarto puesto en Pebble Beach y un segundo en Riviera, donde caía en el playoff con James Hahn–, continuando la serie de buenos resultados que había aparcado antes de su largo descanso. Es un jugador muy completo que, además, ha desarrollado en los últimos tiempos un juego corto preciso y temible en el circuito.
De hecho, este último WGC-Cadillac no lo ganó por mayor diferencia porque el sábado tuvo un día desacertado en el green. Finalmente, Johnson acabo con un -9 en la general, un golpe por delante de Holmes –que empezó el torneo firmando un -10, pero que se deshinchó con el paso de las jornadas– y con unas buenas sensaciones de cara a próximas citas. DJ vuelve a sonreir.