Lo que son las cosas en el mundo del golf. Jeunghun Wang (-6) ha pasado de ser hace 10 días un jugador que llegaba al Trophée Hassan II con una invitación a ser la sensación del momento en el circuito europeo. Al surcoreano le ha bastado hoy acabar al par del campo para conseguir su segunda victoria en dos semanas. Un triunfo en el Mauritius Open que se vino fraguando desde el jueves y en el que ha demostrado la gran regularidad que atesora tras convertirse en el único jugador que no visitó los signos positivos durante las cuatro rondas del campeonato.
Ya desde bien temprano los espectadores que se dieron cita en el Four Seasons GC at Anahita supieron que solo dos iban a disputarse el triunfo –y más aún conforme iban pasando las horas en el complejo de Isla Mauricio-. El bangladesí Siddikur Rahman (-5), una de las sensaciones de esta semana, partía con un golpe desventaja sobre el surcoreano, pero la experiencia de Wang ha decantado la balanza a su favor.
De hecho, ha vencido como los grandes. Esperando el fallo de su rival –que se produjo en el 16 y el 17 con un bogey y un doblebogey- y dando la puntilla final con un birdie en el 18 para eliminar toda posibilidad de desempate en una ronda que se ha caracterizado por la dificultad de entregar tarjetas en negativo.
Adrián Otaegui (+5), que en los dos últimos días firmó un golpe bajo par, no pudo seguir la racha triunfal, pero ha podido terminar en un Top 20 que sabe a gloria después de las dificultades durante la semana. El ilerdense Carlos Pigem (+8), por su parte, tampoco ha sido capaz de llevar el negativo a sus guarismos y se marcha de Isla Mauricio en el T41.