A muchos nos extrañó el grave bajón de juego que experimentó la pasada temporada Wesley Bryan. Y es que el pequeño de los Bryan Brothers no consiguió seguir el vertiginoso ritmo que se había marcado en los meses anteriores. El estadounidense había sorprendido a propios y extraños al convertirse en 2016 en el undécimo jugador de la historia en conseguir en el Web.com una “battlefield promotion” -esto es lograr automáticamente el ascenso al PGA Tour al lograr tres victorias en la división de plata en la misma temporada-, algo que continuó en 2017 logrando cinco Top 10 en la mejor gira del mundo, incluido un triunfo en el RBC Heritage.
Pero en 2018 dio un paso atrás. Perdió 10 cortes en los 23 torneos que disputó para finalizar en el puesto 163 de la FedEx Cup y perder toda oportunidad de avanzar en los PlayOff. Por los mismos derroteros iba esta temporada, donde llegó a fallar cinco cortes consecutivos antes de retirarse del RSM Classic en octubre. Pues bien, hace unas horas hemos obtenido la respuesta de su bajo rendimiento.
Ha sido el propio jugador el que ha manifestado que jugó con mucho dolor sus últimos torneos en otoño. Una resonancia magnética le diagnóstico una rotura de labrum -esta importante parte del cuerpo estabiliza la cabeza femoral de la cadera- y el quirófano fue su única solución. Bryan se sometió a la cirugía a principios de mes en el Hospital for Special Surgery de Nueva York y se espera que el periodo de recuperación dure entre cuatro y seis meses. Sin embargo, el norteamericano no pierde la sonrisa y espera estar en los campos antes de que finalice el verano.
“Aunque mi carrera de Golf esté suspendida temporalmente, espero pasar mucho tiempo con mi familia y mi hija recién nacida. Está previsto que la rehabilitación comience a finales de esta semana y estoy ansioso por volver lo antes posible”, sentenció el jugador a través de Twitter.