Todavía queda mucho tiempo hasta entonces, pero las cartas ya está encima de la mesa después de una meditada decisión. De esta manera Tiger Woods y Ernie Els serán, respectivamente, los capitanes de Estados Unidos y del bando internacional en la próxima Presidents Cup que se disputará en Australia del 12 al 15 de diciembre de 2019. Una llamada del californiano en cuanto se produjo el triunfo del equipo de las barras y estrellas en la competición disputada hace unos meses en el Liberty National le bastó a Jay Monahan para decantarse por la leyenda viviente del Golf como sucesor de Steve Stricker.
Woods le dejó caer sutilmente al comisionado del PGA Tour que quizá había pensado en él para llevar el timonel y, ante esto, al directivo no le quedó más remedio que aceptar el ofrecimiento. Ahora bien, las cosas han cambiado desde finales de septiembre y principios de octubre. Por aquel entonces Tiger acababa de salir de su última operación y parecía harto improbable que su regreso a los campos tuviera el impacto que ha tenido.
Y esto precisamente ha sido una de las cosas más comentadas en las últimas horas, la posibilidad de que el propio Tiger pudiera entrar en el equipo clasificándose automáticamente a través de sus actuaciones en los torneos. “Llegar a ser capitán ha sido simplemente algo natural”, afirmó ante los medios.
“En cuanto a lo de ser capitán-jugador no veo por qué. no. Hale Irwin lo hizo en el primer año de la Presidents. Le pregunté a Monahan si había alguna opción de jugar y dirigir y me comentó que no había nada en los estatutos que lo contradijese. Así que dependerá de mí mismo. Sé que es algo lejano, pero si llega ese momento será una decisión consensuada pensando en lo mejor para el equipo”, sentenció el estadounidense, que en unas horas hará su debut en Bay Hill para la disputa del Arnold Palmer Invitational.
Pese a que la elección de Woods ha sido toda una sorpresa, la de Els era un secreto a voces después de haber acompañado a Nick Price como asistente en la edición pasada y de tratarse de uno de los jugadores -si no el que más- con más solera de todos cuantos se dan cita en el conjunto internacional al disputar ocho ediciones.