

Tiger Woods fue tajante en la rueda de prensa previa al The Memorial con respecto a la ‘affaire’ de las últimas semanas con el español Sergio García.
Con pocas ganas de hablar del asunto, el número uno del mundo respondió: «Ya se acabó todo. Es momento de dejar de hablar del tema y mirar hacia adelante”.
De esta forma queda zanjada una polémica entre el californiano y el castellonense, que en esta última etapa se arrastra desde el último The Players cuando García se sintió molesto con Woods al pensar que hizo un gesto cuando se disponía a ejecutar un golpe.
Días más tarde, en Wentworth y durante el transcurso de una cela de gala, Sergio García respondió a la pregunta de un periodista diciendo que en el próximo US Open lo invitaría a cenar pollo frito, una frase de clara tinte racista en los EE.UU.





