Foto: @The Open
Cuando a eso de las 15:25 hora española peninsular el tee del 1 vea aparecer a Tiger Woods ataviado con su legendaria indumentaria a más de uno se le escapará una lagrimilla. Y es que a pesar de que muchos negaron con rotundidad que el californiano fuera a estar en la pelea por otro Major aquí lo tienen. El estadounidenses arrancará junto al italiano Francesco Molinari en el tercer encuentro estrella del domingo, solo 20 minutos antes de que lo haga el último con Xander Schauffele y Jordan Spieth como protagonistas.
Y lo hace después de que Woods demostrase el sábado que puede que su juego no vaya a volver a ser nunca el de ese jugador dominante que ganaba los torneos con una autoridad incontestable, pero con lo que tiene le puede sobrar para para seguir peleando por su 15º Grande. Se dice pronto.
Este sábado entregó una de las mejores cartulinas de todos cuantos salieron a Carnoustie con seis birdies y un solitario bogey en el par 3 del 16 después de no contar con el beneplácito del bote de la bola desde la salida. Igual no es suficiente para remontarle los cuatro golpes que tiene de desventaja respecto a sus compatriotas, pero el volverle a ver entre los mejores después de todo por lo que ha pasado ya nos hace apreciar su grandeza.