Tiger Woods tuvo motivos más que suficientes para irse satisfecho al hotel después de entregar una tarjeta de 65 golpes (-7) en la tercera jornada del PLAYERS Championship con la que encendió a los espectadores presentes en Ponte Vedra Beach sobre la hierba del TPC Sawgrass.
Un 65 que supone el resultado más bajo entregado por el californiano en el llamado Quinto Grande, mejorando los 66 que anotó hasta en tres ocasiones en los años 2000 y 2001, gracias a una secuencia de ocho birdies sin errores en los doce primero hoyos jugados en la llamada jornada del movimiento.
Pero no solo es eso, este 65 es también su ronda más baja en el PGA Tour desde el 21 de agosto de 2105 cuando finalizada la segunda ronda del Wyndham Championship entregaba una cartulina con el mismo resultado. La mejor puntuación de Tiger en esta temporada era un 67 firmado en la tercera ronda del Valspar Championship en el pasado mes de marzo.
«Tuve un buen comienzo. Hice birdie en los dos primeros hoyos y simplemente me mantuve en marcha desde ese momento«, dijo Woods al PGA Tour tras finalizar su ronda. «Fue agradable ver entrar algunos putts. Realicé muchos tiros de calidad y este 65 fue probablemente el resultado más bajo que podría haber hecho hoy, lo que estuvo bien«.
Finalizada la jornada, Tiger Woods se mete octavo en la tabla con un -8 en su acumulado a solo dos golpes de Dustin Johnson (tercero, -10), a cuatro de Danny Lee (segundo, -12) y a once de un golfista disfrazado de extraterrestre esta semana llamado Webb Simpson (primero, -19). Ni que decir tiene que solo un colapso, un gran colapso, de Simpson lo apearía de una victoria que parece tener echa mientras que quienes vienen por detrás tendrán que jugar y esperar que esto suceda.