El australiano tuvo un golpe de fortuna dentro de una errática jornada después de que su salida desde 208 yardas tuviera la ayuda incondicional del viento, que la llevó muy cerca del agujero
Pues menos mal que no le había gustado el golpe. Cameron Smith no fue uno de los mejores jugadores en la ronda del viernes -de hecho, finalizó sus 18 segundos hoyos con un tres sobre par-, pero al menos va a tener el honor de decir que realizó uno de los mejores impactos de todo el Tour Championship. Desde 209 yardas y en el icónico par 3 del 15, el australiano le pegó a la bola con tan poca fe que antes de verla botar se quedó mirándola con gestos de muy pocos amigos.
Sin embargo, el destino es caprichoso y el viento la llevó al sitio correcto para dejarla a escasos 20 centímetros del agujero. Un golpe de suerte que el oceánico no desaprovechó para firmar el birdie.
