El norteamericano convirtió a la ya de por sí ruidosa grada del TPC Scottsdale en una verdadera fiesta con este impacto desde el tee
A buen seguro que Sam Ryder no olvidará esta imagen nunca. Todo ocurrió en la bandera del hoyo 16, a la que el jugador estadounidense llegaba tras una vuelta a trancas y a barrancas en la que acumulaba un +2 en su cartulina. Sin embargo, todos los males se le pasaron en el momento en que conectó este enorme Hoyo en Uno en el lugar con más decibelios de todo el PGA Tour. Una proeza de fuerza con la que se desató la locura en la grada y que sirvió para demostrar las pasiones que puede desatar este par 3.
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