El estadounidense fue uno de los protagonistas en la tercera jornada del Zurich Open con un golpazo que se quedaba a un palmo de que anotara el Hoyo en Uno en el par 3 del hoyo 17 desde una distancia de 186 metros. Un golpe con el que la bola alcanzaba los 36 metros de altura después de salir a una velocidad de 217 Kms./hora.