Álvaro Quirós también pasaba por sala de prensa una vez acabado el ProAm del día de ayer, Maria Acacia López-Bachiller, jefa de prensa del Circuito Europeo nos remite dichas declaraciones.
“Estoy aquí porque hay en juego dos plazas para el Volvo Mundial Match Play y también porque sé el esfuerzo que hace Miguel Ángel Jiménez por sacar adelante este torneo que, además, se juega en mi tierra, muy cerca de casa.
No estoy jugando bien, pero todo puede cambiar en un día. Estoy trabajando con Pepín Rivero pero lo tengo difícil. No estoy bien desde el tee y el viento complica las cosas aún más. En el hoyo dos no he cogido el drive ningún día sino el hiero 3 y 4, hay que tocar muy bien la bola para dejarla cerca.
Por ranking mundial soy favorito, pero estoy seguro de que hay jugadores más en forma que yo. El campo del Parador no es largo y no hay rough, por lo que hay más jugadores con opciones, veo el torneo muy abierto. El campo está cada vez mejor. Sé que Miguel Ángel Jiménez no ha podido preparar el torneo como hubiera querido porque es el organizador, pero no le descarto para la victoria el domingo porque conoce el campo como nadie, sabe hasta por dónde andan las hormigas.
En la última vuelta de Dubai éramos 22 jugadores en un margen de dos golpes. Pensé que al menos uno haría 4 ó 5 birdies en la primera vuelta y resulta que ése fui yo. Después vino el triple bogey y tuve que seguir luchando. Sentí incluso algo de alivio cuando vi las pizarras y después de todo seguía co-líder. Eso fue lo que me hizo seguir luchando.
Estoy orgulloso de que el Tour haya considerado el hoyo en uno que hice en Dubai como el mejor golpe del mes de febrero. Era la última vuelta y además gané el torneo.
Con los años he ganado madurez y estoy aprendiendo a manejar la presión. Hay jugadores jóvenes como Rory McIlroy o Matteo Manassero que ya tienen esa madurez con menos años, pero otros como yo, algo más alocados, hemos necesitado la experiencia para aprender. Todo el mundo siente presión, hasta Tiger, pero los buenos jugadores son los que saben manejarla. Antes no medía los riesgos en el campo, pensaba que podía hacer algo y lo hacía sin pensar que hay golpes que salen pocas veces. Ahora, aunque esté al 80% si no hago locuras, puedo estar ahí, por eso soy mejor golfista.
En los grandes torneos mi rendimiento no ha sido bueno salvo un octavo puesto en el Open Británico, pero eso tendrá que cambiar algún día, tengo 28 años y si sigo trabajando y exigiéndome las cosas cambiarán. No es que me pase nada en los Grandes, pero en estos torneos los campos son más exigentes y si estás al 80% sólo peleas por pasar el corte cuando en los torneos del Tour a un 80% puedes hacer mejor resultado.
Creo que mi generación puede suponer una nueva edad dorada para el golf español. En el equipo nacional, cuando éramos amateur, coincidimos Gonzalo Fernández-Castaño, Alfredo García Heredia, Alejandro Cañizares, Rafa Cabrera-Bello, Pablo Martín… todos jugadores del Tour. Es la nueva Armada española.
En el tobillo tengo alguna molestia, no dolor. No me impide hacer vida normal ni jugar. Cuando hago un buen swing, duele menos (bromea).
En el futuro sí me veo organizando un torneo, me gustaría. Pero sería sólo anfitrión, sin jugar porque tienes que estar pendiente de mil cosas y no estaría concentrado en el juego. Me haría ilusión, eso sí, prepararía el campo como a mí me gusta, calles anchas a 280 metros, estrechas a 260 (bromea), greenes muy rápidos…, pero es algo de cara al futuro, todavía está muy lejos”.