El rey Juan Carlos disfrutó tanto viendo la Ryder Cup que quiso felicitar en persona a los tres españoles que participaron en la competición, en Medinah. La audiencia se celebró al mediodía del martes en La Zarzuela y el Rey departió durante 40 minutos con José María Olazábal (capitán), Sergio Garcia (jugador) y Miguel Ángel Jiménez (vicecapitán) los tres integrantes de España del equipo europeo que remontó una desventaja histórica.
A las puertas de Palacio, Sergio montó en su BMW blanco matrícula de Suiza a Jiménez y Olazábal. El malagueño iba en el asiento de atrás, mientras que el capitán, sentado en el asiento del copiloto, llevaba en las rodillas el trofeo de la Ryder Cup conquistado en Medinah.
El trayecto fue largo, porque Sergio y, sobre todo, Olazábal quería ver de cerca los jabalíes, corzos y ciervos que pastaban mansamente cerca de la carretera de acceso a Palacio.
Olazábal, como Sergio García, cumplían su segunda visita a La Zarzuela. «Pero esta ha sido distinta», comentó después Olazábal, el golfista vasco que tras ganar en 1994 el Masters de Augusta fue recibido aquel año por el Rey de España.
«He venido en representación de lo que es la Ryder, de otros once jugadores más y de otros tres vicecapitantes», añadió.
Los golfistas fueron felicitados por el Rey, y los cuatro departieron durante más de 40 minutos. Los jugadores le obsequiaron con un polo del equipo eurppeo, firmado y con la inscripción de fecha 30 de septiembre de 2012. Una fecha histórica.
«Nos dijo que iba a enmarcar el polo en metacrilato», confesó Jiménez, el único de los tres que visitaba por primera vez el Palacio madrileño.
«Que el Rey te reciba no ocurre muchas veces en la carrera de un deportista, y para un golfista pues es algo muy especial», comentó Sergio García a la salida de la audiencia.
«Hemos hablado de golf, de deporte, de España y de su golf. Porque el Rey jugaba. Llegó a ser hándicap 12, pero apenas debía tener tiempo para mejorar y practicar», señala García.
«Nos ha dicho que a veces se escapaba para poder jugar 9 hoyitos», revela Olazábal en una rueda de prensa celebrada en el Club Somontes, aledaño a La Zarzuela.
«El hecho de que el Rey nos haya recibido en La Zarzuela es especial. Hay sitios emblemáticos, y este es uno. De alguna manera es un reconocimiento a lo que hemos conseguido todos, y ayuda a que tenga una repercusión especial. En ese sentido nos sentimos todos orgullosos», dijo el capitán de Europa.
«Nos ha hecho sentir muy a gusto, con unas conversaciones bonitas y me ha llegado al corazón al recordar a Seve Ballesteros, cómo se nos fue y su aportación», relató Olazábal.