Muchas esperanzas se habían puesto sobre Tiger Woods una vez regresado a los campos de juego después de su lesión, y tras el arranque que tuvo la semana pasada en el Bridgestone Invitational las miradas eran firmes de cara a la consecución de su decimoquinto Grande.
El 93º PGA Championship era una buena piedra de toque para que el exnúmero uno volviera a rugir, pero a la primera de cambio, Tiger ha dicho adiós en el Atlanta Athletic Club.
77 golpes (el resultado más alto de Tiger en una ronda de apertura de un Major), siete más al campo, han sido el motivo de ese adiós, Woods comenzaba por el diez y el comienzo era más que esperanzador, birdie al 10, 12 y 14, tres bajo par en cinco hoyos, pero el infierno entre el 15 y el 18 faltaba por llegar, doblebogey al 15, bogey al 16 y un nuevo doblebogey al 18, y a encarar los nueve restantes.
En esos últimos hoyos Tiger cometía cuatro nuevos bogeys (1, 2, 4 y 9), un doblebogey (6), por un solo birdie (5), total, 77 golpes, +7 y al puesto 129º con 14 golpes de desventaja sobre el líder, su compatriota Steve Stricker.
Pero no solo Tiger Woods ha dicho adiós en la primera jornada, el joven japonés Ryo Ishikawa firmaba 85 golpes, e ilustres como el flamante campeón del Open, el norirlandés Darren Clarke, que entregaba 78.
Tiger tendrá que hacer pocas si quiere jugar el fin de semana ya que el corte se encuentra de forma provisional en +2.