El estadounidense Bubba Watson se ha hecho con el Masters de Augusta, primer grande del año, tras vencer en el segundo hoyo de desempate al surafricano Louis Oosthuitzen.
El titular en portada de OpenGolf ya era premonitorio “El Masters gira a la izquierda”, dos jugadores que se manejan con esa mano, Bubba Watson y Phil Mickelson optaban al triunfo pero fue el primero junto a Louis Oosthuitzen los que nos deleitaron con un gran espectáculo de golf.
Tanto el estadounidense como el surafricano llegaban a los 72 hoyos reglamentarios con -10 un doble dígito al que los organizadores hicieron todo lo posible para que no se produjera. Llegados a este punto el play off era inevitable ya que por detrás ni Hanson –que partía líder- ni Mickelson, que enterraba parte de sus opciones con el triple bogey firmado en el hoyo 4, par 3, podían darles alcance.
Las claves para llegar a ese resultado fueron los cuatro birdies consecutivos que realizaba el zurdo entre el 13 y el 16. Para el campeón del Open del 2010 fue el espectacular albatros que realizó en el hoyo 2, algo que ocurría por primera vez en ese hoyo en la historia del Augusta National.
Ambos jugadores partían esta mañana del tee del 1 vestidos de forma impoluta, perfectamente conjuntados para que la ansiada Chaqueta Verde no desentonara. Oosthuitzen, pantalones blancos y polo verde sin desmerecer las tonalidades del primer grande del año. Bubba de blanco de la cabeza a los pies, una ropa que por cierto subirá de valor en sus subastas, algo que agradecerán sus necesitados receptores.
Cualquiera de los dos podía haber ganado pero fue el bombardero nacido en Bagdad, Florida, hace 33 años el que se enfundaba la Chaqueta Verde después de vencer en el hoyo diez, en el segundo hoyo de desempate. Con Bubba son tres los jugadores zurdos que logrado la victoria en el Masters, también lo consiguieron Mike Weir (2003) y Phil Mickelson (2004, 2006 y 2010). Y el cuarto en hacerlo en alguno de los grandes, el primero de todos ellos fue Bob Charles en el Abierto Británico en 1963.
Watson ya sabía lo que era jugar y perder un play off en un grande, ocurrió en 2010 ante al alemán Martin Kaymer cuando este le arrebataba el PGA Championship después de su mala fortuna en el segundo golpe del hoyo 18 del Whistling Straits de Kholer, en Wisconsin, cuando se fue al agua.
Bubba Watson dedicó su triunfo al de siempre, a su padre, fallecido de cáncer, pero este torneo tiene una dedicatoria más. Hace pocos días, Bubba Watson y su mujer, Angie, adoptaban un niño con tan solo un mes de vida, su nombre Caleb.