Sergio García no comenzaba muy bien su primera ronda en el Arnold Palmer Invitational, cuatro bogeys por solo dos birdies tenían la culpa. Pero como dice el dicho, hasta el rabo todo es toro, y esa paciencia ayudó al de Castellón a arreglar su ronda con este eagle en el 16 de Bay Hill.
Sergio disparaba su segundo golpe desde unos 154 metros de forma espectacular, dejando la bola a menos de un metro de la bandera.