Justin Rose ya es el tercer mejor golfista del mundo. Ganó el US Open disputado en Merion, Filadelfia, por delante de Phil Mickelson y el australiano Jason Day. Es su primer ‘major’, con 32 años y después de 37 tentativas y, además, coloca en el palmarés de campeones 43 años después a un jugador inglés después del último triunfo, el de Tony Jacklin en 1970, en Hazeltine.
Gonzalo Fernández-Castaño concluyó en el puesto décimo, tras una última vuelta de 72 golpes.
Un puño cerrado y pegado a los labios, una mirada y un beso lanzado al cielo de Merion, en Filadelfia, fue la emotiva dedicatoria en el hoyo 18 de Justin Rose, el nuevo campeón de Grand Slam con cuyo éxito cierra, además, una herida en Inglaterra: 43 años sin triunfos de uno de sus golfistas en el Abierto de los Estados Unidos.
Rose embocó su último ‘putt’ en el hoyo 18 para una vuelta ganadora de 70 golpes (par). El inglés rescató la bola del hoyo, la apretó con fuerza en la mano mientras cabeza al cielo visualizaba con los ojos cerrados la imagen de su padre, Ken, fallecido de leucemia a los 57 años. Por su rostro cayeron las lágrimas en el ‘Día del padre’ en los Estados Unidos.
Rose debutó con 16 años en un torneo de Grand Slam, el Open Británico. Después, su cortejo ha durado otros largos 16 años. Media vida se la pasado Rose buscando levantar un trofeo de los denominados Grandes. En Merion, Rose puso final feliz a una larga búsqueda y, también, a 43 años de espera para ver a un inglés, los reyes del golf europeo, levantar la gran copa y 17 años para un título de Grand Slam.