Sabemos cuál es el secreto tras los resultados en los dos ‘majors’ disputados hasta la fecha: la bolsa de palos. PING estampó en ambos ‘Grandes’ su sello, y las firmas con mayúsculas corrieron a cargo del estadounidense Bubba Watson, el surafricano Louis Oosthuizen (desempate del Masters), el inglés Lee Westwood (tercero en Augusta) y la coreana Sung Yong (campeona del Nabisco).
Nunca en los 53 años de historia de esta marca estadounidense los jugadores que usan sus palos oficialmente habían logrado copar las tres primeras posiciones del Masters de Augusta. Si a ello le sumamos el éxito de Sung Yong en el primero de los ‘Grandes’ femenino habrá que convenir que la bolsa ayudó sobremanera a sus propietarios.
De esta forma, la marca PING se ha colocado en cabeza, en cuanto a material se refiere, en el primer tercio del año. Sus ‘drivers’, en concreto, resultaron letales: las ‘bombas’ dirigidas por Bubba y Oosthuizen en Augusta salieron de un distinto cañón de idéntica marca.
También PING entró este año en los libros de historia del Augusta National: el primer golpe del surafricano en el hoyo 2 –que acabó en un inédito albatros- lo ejecutó, desde el ‘tee, con su ‘driver’ PING Rupture V2 de 9 grados, y en calle con el hierro nº4 de los S56 de PING.
Oosthuizen, empero, no ganaría el Masters, porque Bubba y su G20 driver (8.5º) rosa fue letal antes y durante el desempate épico. Pero una semana después, el surafricano logró desquitarse con el título del Open de Malasia, el quinto de su cuenta particular en el circuito europeo.
Sin embargo, no solo en los torneos de Grand Slam disputados en 2012 los jugadores de PING han hecho un trabajo sobresaliente. También en la temporada regular surgieron otros campeones en el PGA Tour, como el estadounidense Hunter Mahan, quien ganó el Accenture Match Play, de la serie de los Mundiales (WGC), y el Open de Houston.
Para los amantes de las cifras aquí tienen otro dato revelador: tres de los cinco primeros jugadores del ránking mundial (Westwood, Watson y Mahan) no sueltan sus PING bajo ningún concepto. Oosthuizen, el duodécimo del mundo y segundo en la ‘Race to Dubai’, tampoco.