Algo tendrá el vino para que sea un bien tan apreciado por todo el mundo, de especial interés para muchos famosos del ámbito del deporte y del espectáculo y que éstos lo empleen como forma de nuevos negocios.
Deportistas como Iniesta, David Beckham, Emilio Butragueño, Jarno Trulli, Carlos Sainz, Diego Maradona, Ronaldo, o artistas como Antonio Banderas, Gèrard Depardieu, Michael Douglas o Serrat ya tienen sus bodegas.
El mundo del golf tampoco es ajeno a ello y son muchos los jugadores que también están involucrados en este negocio, al invertir parte de sus beneficios en la viticultura.
Uno de los últimos en incorporarse a esta industria ha sido el exnúmero uno del planeta, el inglés Luke Donald. Junto a su amigo Bill Terlato montó en 2007 la compañía Terlato Wines International desde donde distribuyen el Luke Donald Claret y el Luke Donald Chardonnay.
El sudafricano Ernie Els, último ganador del Abierto Británico, se embarcó en 2004 con su socio Jean Engelbrecht, desde ese tiempo y hasta hoy ha ganado no pocas medallas con su tinto tipo Burdeos conseguido en los viñedos de Stellenbosch, en su país natal.
El australiano Greg Norman es dueño de un auténtico imperio en Australia y California donde posee numerosas plantaciones y bodegas.
El canadiense Mike Weir, un Chaqueta Verde de Augusta, es otro de los golfistas al que este negocio atrapó. La diferencia con los demás es que los beneficios logrados con sus caldos van destinados a la Fundación que lleva su nombre para ayudar a los niños desfavorecidos.
El inglés Nick Faldo posee desde 2007 su propio vino y como es habitual en los últimos tiempos este ganador de seis Grandes no escatima comentarios sarcásticos hacia sus ahora «competidores» en esto de fabricar y embotellar vinos de calidad.
“Mis vinos son mejores que los de Norman, Weir tiene uno que me ha gustado un poco y los de Els son mejores pero son muy caros”, declaró en una entrevista a Wine Spectator al ser preguntado por el vino de sus colegas de profesión.
También Arnold Palmer está involucrado en este negocio al comercializar un cabernet y un Chardonnay con su nombre con la compañía californiana Luna Wineyards.
Palmer, Faldo, Norman, Weir, Els, ahora Donald y en un futuro ¿Tiger Woods o José María Olazábal? El tiempo, tan importante para la crianza de los caldos, nos lo irá diciendo.