El madrileño Ignacio Guerras, Nacho para los amigos y tiene muchos, fue reelegido el pasado 7 de junio presidente de la Federación de Madrid de Golf para un nuevo y tercer mandato de cuatro años.
Guerras, de 56 años, es médico traumatólogo y quizá ese trato diario en su consulta con el dolor de los pacientes le baja a menudo a la tierra. El presidente de los más de 90.000 golfistas de Madrid, la territorial con mayor número de afiliados de España, ganó por aclamación en la Asamblea, lo que significa que no hubo oposición firme a su candidatura.
Bajo su mandato, Madrid ha crecido en cuanto a golf se refiere. Basta con dar un paseo por el Centro de Tecnificación, muy bien equipado para el ‘amateur’, o revisar el amplio calendario del circuito para profesionales. Aunque Guerras, tan cordial como testarudo, piense que aún quedan muchas cosas por hacer.
OpenGolf entrevistó al presidente de los golfistas madrileños, un hombre interesante y capaz de convertir las 24 horas del día en 36. ¿Un mago? No lo creemos así, puesto que no encuentra tiempo para bajar de hándicap.
Pregunta.- La pasada semana fue elegido presidente para un tercer mandato, ¿cuál es su estado de ánimo?
Respuesta.- Me encuentro feliz y con muchas ganas e ilusión con este nuevo mandato. Esto permitirá afrontar los retos que nos habíamos marcado.
P.- En ochos años muchas son las cosas que ha puesto en marcha, ¿cuáles destacaría por su importancia?
R.- Es verdad que son muchas las cosas que me gustaría destacar, pero para no ser pesado subrayaría la creación y consolidación del Centro de Tecnificación, el nacimiento y divulgación de la revista de golf de la FGM, la consolidación del circuito de profesionales, el programa CETEMA para que los jóvenes puedan compaginar estudios y golf; la creación junto con la FCG y la RFEG del Challenge Tour conjunto y la promoción del golf en colegios, universidad e incluso en el metro.
En época de crisis hemos mantenido un importante número de licencias, con descenso por debajo de la media nacional, y eso es destacable también.
P.- ¿Qué es lo más importante que tiene en su agenda para los próximos cuatro años?
R.- Hay tres retos que me planteo: conseguir actualizar la base de datos, que es una prioridad pues entiendo que es uno de los patrimonios más importantes para la Federación, cumplir el plan de comunicación integral y conseguir una relación más estrecha con los clubes.
Debemos utilizar todas las herramientas de las que hoy día disponemos. Se hacen muchas cosas pero se comunican pocas o al menos el federado no se entera.
P.- ¿Cómo piensa desarrollar esa mejor comunicación?
R.- Entiendo que hay que hacerla potenciando las herramientas actuales, internet, página web, redes sociales a las que hoy por hoy le doy una gran importancia. Continuaremos con labores de promoción en televisión y radio, nuestro boletín debe continuar pero más potenciado cuando la base de datos sea buena.
P.- Madrid, de nuevo en la lucha por ser ciudad olímpica, ¿cómo puede aportar su granito de arena la FGM?
R.- La FGM está dispuesta, como cuando se solicitó la Ryder, en colaborar en todo lo que se le solicite.
P.- ¿Continúa en la agenda de la FGM la posible realización de un campo para sus federados?
R.- En la agenda continúa y es un proyecto en el que se está trabajando, pero también se piensa en promoción con canchas de prácticas y centros tipo al de Tecnificación.
P.- Volviendo al nuevo mandato, ¿variará mucho su nueva junta directiva con respecto a la anterior?
R.- Habrá pocos cambios, aunque sí tendremos algunos importantes. Por ejemplo, se anula la vicepresidencia económica y se nombrará tesorero y tendremos dos vicepresidencias, una deportiva y otra institucional. También cambiarán cuatro o cinco presidentes de comités.
P.- Y su familia feliz por la ilusión de salir reelegido, pero quitándole tiempo a ellos, ¿cómo lo llevan?
R.- Bueno, mi familia digamos que lo llevan. Son muchos años metido en este mundo. Efectivamente son muchas las horas que la Federación le roba a mi familia pero ellos, con sus claro oscuros, me lo permiten. Comprenden que es parte de mi vida.