Ian Poulter mantuvo viva a Europa en la Ryder Cup

El inglés Ian Poulter celebra uno de sus ‘birdies’ en Medinah

Europa estaba k.o., pero el inglés Ian Poulter, y también el dúo García-Donald, dieron los dos últimos puntos cuando caía la tarde en Medinah (Chicago) para dejar abierta una espita a la esperanza: Estados Unidos gana claramente por 10-6, pero 8 victorias de los pupilos de José María Olazábal serán suficientes para empatar y retener la Ryder Cup.

El dramatismo se vivió en el hoyo 18. Más de 20.000 espectadores asistieron a lo que pudo ser una debacle total para los dos buques insignias que José María Olazábal había colocado al final del día en los ‘fourballs’: García-Donald y como punto y final la pareja Poulter-Rory McIlroy.

Los estadounidenses, dominadores con 10-4 y dos partidos solo por rematar, se frotaban las manos mientras hacían cuentas irrefutables con los dedos, cuando surgieron el corazón y la fe de Poulter (invicto y elegido por Olazábal) y la fiabilidad de Luke y Sergio.

Ambas parejas europeas, en una lucha sin cuartel, se plantaron en el 18 con ventaja de un hoyo. Los empates estaban asegurados pero no serían suficientes, pues levantarse el domingo con más de 4 puntos de desventaja era sinónimo de derrota casi segura. No debían perder el hoyo 18.

García falló su ‘putt’ para ‘birdie’, desde unos cuatro metros en bajada. El medio punto estaba en manos de Steve Stricker, compañero de un Tiger Woods que juntos han sumado tres derrotas en sus tres choques.

Stricker tenía un ‘putt’ de dos metros escasos. Fácil, claro y factible. Pero la bola rozó el hoyo y se marchó. Punto para Europa.

Después, un inconmensurable e invicto Poulter (4 ‘birdies’ en los úlimos 4 hoyos) cerró el día con un ‘putt’ para empatar el hoyo y dar otro punto a esta Ryder Cup sin empates, con victorias abultadas a favor de los Estados Unidos y fracasos estrepitosos en ambos bandos (Lawrie, Molinari, Hanson, Westwood o Tiger Woods, Stricker).

Es la tercera vez en las últimas 15 ediciones de la Ryder Cup que los Estados Unidos amanecen con ventaja. Los cuatro de diferencia obligan a una remontada histórica y un esfuerzo supremo. Difícil tarea para Europa.