Paul McGinley certificó en Dubai su tercer corte fallado de manera consecutiva en la llamada gira del desierto. Parece que su mente no para de pensar en la preparación de la próxima Ryder Cup, aunque esta se dispute en 2014.
Del rostro del capitán irlandés no se borra la sonrisa. Sigue eufórico tras su nombramiento en Abu Dabi, pero ya tiene pensado introducir un primer cambio: el número de jugadores invitados que compondrán la docena que se medirá con el conjunto estadounidense en Escocia.
McGinley, y según informa la prensa de Irlanda, llevará el próximo jueves a la reunión concertada con los responsables del European Tour en Wentworth elevar el número de ‘willd car’ de dos a cuatro.
Colin Montgomerie invitó a tres jugadores, José Mari Olazábal lo redujo a dos para otorgar más protagonismo a las listas mundial y europea y McGinley planea otorgar un papel preponderante a los europeos enrolados en el PGA Tour elevando el número hasta 4, si le dejan.
El mayor obstáculo para McGinley son el choque de su pretensión con los intereses comerciales del circuito europeo.
“No tengo miedo a Tom Watson, pero voy a pedir en todo este tiempo consejo a muchas personas”, dijo McGinley, de 46 años, quien ya ha contactado con el gerente del Sunderland (fútbol) y amigo Martin O’Neill.
«Me encanta escucharlo”, dijo el golfista, quien también se asesorará con Jim McGuinness , el entrenador del equipo campeón del fútbol gaélico.