Pocas veces un golfista, como ha ocurrido con el surafricano Louis Oosthuizen, consigue tantas cosas y tanto dinero en tan poco tiempo. El mes de abril ha sido el mejor de su vida, el menos para su cuenta corriente: en solo 15 días, este jugador de 29 años acabó tercero en el Houston Open (1 de abril), una semana después (8 de abril) embocó el primer albatros en la historia del hoyo 2 del Masters –cuarto de todos los tiempos-; cuatro horas más tarde acarició la Chaqueta Verde tras perder en un desempate y en Kuala Lumpur (15 de abril), a 30.000 kilómetros de Augusta, ganó el Open de Malasia, su quinto título del Tour europeo pero no el más importante.
El nombre de Louis Oosthuizen entró en historia de los ‘majors’ con letras mayúsculas, después de conquistar el Open Británico de 2010.
Pese a todo, el ejercicio final de Oosthuisen en Malasia fue superlativo, por cuanto ganó con una clara diferencia (3 golpes), con una buena vuelta final (68 golpes) y un interesante marcador global después de 72 hoyos (-17).
Y como todo esfuerzo y resultado tiene su premio, Oosthuizen ha recolectado, además, la cifra más cuantiosa en premios del planeta en solo 15 días: 1.286.953 euros.
En Houston obtuvo un premio de 311.855 euros; en el Masters ganó 660.398 euros; y el cheque en Malasia ascendió a 314.700 euros. En total, Oosthuizen sumó en 15 días 1.286.953 euros. Una ‘pasta’, vamos. Y encima logró que el aficionado anónimo que recogió su bola alrededor del ‘green’ del hoyo 2 en Augusta, cuando Louis la arrojó al público tras el histórico albatros, se hiciese famoso por un día y el club del Augusta Nacional le ofreciese hasta 20.000 dólares por poder tenerla en su museo. Dinero llama a dinero.