Cuando el ‘Día del padre’ amanece en Norteamérica; después de no entrenar el campo por acudir en Orlando a la graduación de su hija mayor; tras 22 comparecencias consecutivas sin lograr un título y cinco veces como segundo (1999, 2002, 2004, 2006 y 2009) parece el momento para que el zurdo Phil Mickelson obtenga, por fin, su recompensa: es líder del torneo a falta de 18 hoyos y el único que va ganando al difícil campo de Merion, en Filadelfia.
Mickelson ha ganado cuatro títulos de Grand Slam (tres Masters y un US PGA) y acumula 41 victorias en el PGA Tour. Sin embargo y como una maldición, se le atraganta tanto este Abierto como el lejano y frío Británico. En su hoja de servicios, la tacha que más duele es la de este US Open.
Meiron y más de media América están volcados con Phil Mickelson. El zurdo, pese al clamor a cada paso, escruta el terreno y juega con tiento. Usa la madera tres como herramienta en las salidas en vez del ‘driver’, porque el ‘rough’ es inabordable. Y así, por fin, el zurdo Phil ha vuelto a poner en hora su reloj para el acto definitivo y con buenas noticias a su alrededor.
Por ejemplo, su azote de antaño, Tiger Woods, el favorito en las apuestas, quedó fuera de combate por sus 76 golpes; Rory McIlroy, el mejor golfista del mundo tras Tiger y campeón superlativo de este torneo hace dos años, tampoco es ya rival por sus 75.
Solo tras la zurda del líder caminan muy pegados, a un golpe, los estadounidenses Hunter Mahan y Setve Stricker -ambos sin ‘Grandes’- y el sudafricano Charl Schwartzel -campeón del Masters en 2011-.
Un peldaño más abajo, los ingleses Luke Donald y Justin Rose, además del norteamericano Billy Horschel, también son candidatos en la recta final.
El camino equivocado fue el que emprendió Tiger Woods. Fracasó en las dificultades de Merion y sumará veinte Grandes consecutivos sin premio, desde junio de 2008 precisamente en este torneo. Tiger, el mejor golfista de la actualidad y en activo el de mayor número de ‘majors’ (catorce), tampoco ganará el Abierto de su país. Cayó hasta el puesto trigésimo séptimo. La remontada es imposible.
Otro de los protagonistas junto a Mickelson fue el español Gonzalo Fernández-Castaño, undécimo en la tabla pero con una victoria parcial frente a los dos mejores jugadores del planeta, Tiger Woods y Rory McIlroy, sus compañeros de partido en la tercera ronda de este segundo Grande del año.
El madrileño presentó hoy 72 golpes (+2), por los 76 de Woods y los 75 de McIlroy.
La apuesta de Fernández-Castaño en su segunda comparecencia en este torneo fue excelente, con un ‘chip’ para ‘birdie’ desde el anillo del ‘green’ en el hoyo 17 que resultó uno de los mejores golpes del día.