Ian Poulter estaba exultante tras su victoria en el Volvo World Match Play, el triunfo se lo ha dedicado a su hijo que cumplía siete años y as gran ídolo de las infancia, Seve Ballesteros.
“Antes de salir a jugar miré los nombres grabados en el trofeo y pensé: ‘Hoy Luke, cumple 7 años. Felicidades, Luke, sería sensacional poner mi nombre en ese trofeo’.
La clave de la victoria ha sido que por fin han empezado a entrar los putts. Llevaba varios meses de frustraciones porque no metía nada, y decidí dedicarle más horas de práctica a ver qué pasaba. Estaba empezando a cuestionarme cosas. En Augusta jugué probablemente mejor que en toda mi vida sin ningún resultado porque no pude patear. Hoy, en cambio, no he jugado tan bien, pero he conseguido meter los putts cuando ha hecho falta.
He jugado 108 hoyos esta semana, incluido el Pro-Am, pero el cansancio es más mental que físico. Físicamente estamos todos muy en forma. Lo que cansa es enfrentarte a los mejores jugadores del mundo, eso te va minando. Tienes que estar dando buenos golpes y metiendo putts cruciales.
Ganar un título que Seve logró cinco veces hace que esta victoria sea todavía más especial. Seve inspiró a mi generación; siendo niño, yo siempre iba a verle a Wentworth y le seguía en la Ryder Cup, podía pasar horas y horas viéndole dar bolas en el campo de prácticas. Tuve la suerte de conocerle y jugar un par de veces con él, yo era un grandísimo fan de Seve, tenía un carisma que será difícil igualar.
Esta noche vuelvo directamente a Inglaterra con Luke Donald. Abriremos una botella de champán en el avión y lo celebraremos”.
Por otra parte la tristeza se reflejaba en el rostro de Luke Donald, el inglés ha realizado un torneo fantástico pero el putt, quizás su mejor palo de la bolsa le ha fallado en un día crucial para el. De cualquier forma las penas con 377.770 € más en el bolsillo son menos penas.
“Hoy me he dejado algunos golpes en los greenes. Suelo patear bien hasta dormido, pero esta tarde no he podido, y ha sido una gran decepción. No me importa tanto perder si juego bien, pero hoy desgraciadamente no lo he hecho, y eso lo hace más decepcionante. No he podido sacar mi mejor juego.
Ian ha hecho lo que tenía que hacer, en cambio yo he dejado escapar mis oportunidades después de ponerme 1 arriba en el 10. En el 11 tendría que haber metido ese putt. En el 12 Ian metió uno largo. En el 13 fallé otro y allí se dio la vuelta el partido. Y luego los 3 putts del 15 lo acabaron de estropear. Demasiadas oportunidades desperdiciadas. Ian es un competidor muy duro, se agarra y resuelve. No es un oponente fácil.
No me preocupa ser número uno del mundo, porque si sigo jugando como lo estoy haciendo continúo llamando a la puerta y llegará”.