“Es increíble pensar que era mi destino ser el primer australiano en ganar el Masters”, dijo el jugador de 32 años Adam Scott tras ganar en Augusta. “Somos un país que tiene una gran tradición golfística, así que ser el primero en triunfar aquí es algo difícil de creer”, declaró Adam Scott con su Chaqueta Verde que su compatriota Greg Norman acarició.
Sobre Norman, ‘El Tiburón Blanco’, el nuevo campeón comentó: «Una conversación por teléfono no será suficiente. Creo que nos juntaremos a tomar unas cervezas para hablar”.
Scott consiguió su primer major casi un año después de perder una gran ventaja en la ronda final del Open Británico frente al campeón, el sudafricano. “Esa decepción en Royal Lytham me hizo entender que podía ganar un major, que no estaba lejos de hacerlo. Aquella experiencia me dio seguridad en los últimos hoyos (domingo), a pesar de que no pude encontrar ritmo sobre el green en la primera parte de la última vuelta”, agregó.
“En el hoyo 10 del desempate me costó ver la caída del putt por la oscuridad. Pero le pegué sólido y la pelota siempre fue en la línea indicada. Después de eso sentí una sensación de felicidad increíble”, declaró el golfista nacido en Adelaida.
Sobre el uso del ‘belly-putter’, Scott aclaró: “Era inevitable que los jugadores ganaran majors utilizando esta técnica. Son los mejores golfistas del mundo practicando sobre el green durante horas todos los días. Claro que van a embocar más, sin importar del tipo de palo que usen”.