Indirectamente Seve Ballesteros tiene otro espacio más en el Museo del World Hall of Fame estadounidense, a la sazón el Louvre o El Prado del golf mundial pero en San Agustín (Florida).
El inglés Ian Poulter ha donado la indumentaria que, como el resto de sus compañeros de equipo, lució el domingo en la última Ryder Cup. Poulter fue el hombre clave para Europa aquel día de individuales, por su combatividad, pero la ropa tuvo el mismo color y forma que la que Seve usaba para sus domingos de gloria: la camisola blanca, suéter azul y pantalón oscuro.
Europa quiso de esta forma, con su vestimenta, rendir un homenaje al fallecido Seve Ballesteros. El domingo, el equipo europeo ganó la Ryder Cup después de una impresionante remontada. A la hazaña se la conoce ya como el ‘Milagro de Medinah’.
José María Olazábal, el capitán del equipo, dijo que vio ese domingo y en los ojos de Poulter parte de lo que veía en los de Seve.
Aquella vestimenta de finales de septiembre ya reposa sobre un maniquí y en una de las estancias del Museo que resume 2012. En la manga de la camisa destaca el logo que hizo famoso el propio Ballesteros: puño en alto tras embocar un ‘putt’ ganador en el Open Británico.
Además de la vestimenta de Europa en la Ryder Cup, otros objetos reposan ya en las vitrinas de este espacio mundial para recordar para siempre la campaña de 2012: Trofeo de la FedExCup, foto y firma de su ganador, Brandt Snedeker; el guante de la surcoreana Lydia Ko, la más joven (15 años) en ganar un torneo en la historia del LPGA Tour; guante, bola y bandera firmada por Tiger Woods tras ganar el Memorial, que fue su victoria nº73 para igualar en ese apartado con Nicklaus o el peto que llevó el ‘caddie’ de Tiger, Joe La Cava, en la President Cup.