Tiger Woods se ha encaramado hasta la segunda plaza en Bethesda después de firmar 67 golpes, la segunda mejor tarjeta de la jornada, en un día fuera de lo común por la ausencia de gente durante el recorrido.
El californiano y la organización del evento tuvieron una sensación extraña en esta tercera ronda del AT&T National ya que aunque la mayor parte del público en el Congressional Country Club seguía su partida, no eran más de cien personas las que se encontraban en ella.
“Alguna vez he jugado con tan poca gente, pero nunca en una competición oficial en una ronda de 18 hoyos”, comentaba un asombrado Tiger.
La razón no era otra que una fuerte tormenta de viento y lluvia durante la noche tumbó decenas de árboles por todo el recorrido lo que obligó a mantener a los espectadores fuera del campo excepto a la gente y voluntarios necesariamente imprescindibles, según cuenta el propio PGA Tour.
Woods se encuentra a un golpe del sudafricano Brendon de Jonge que lucha por obtener su primer título en el Circuito Americano. De Jonge firmó su último birdie en el 12 tras un gran golpe de wedge y un putt de unos 4 metros dignos de un gran aplauso, pero solo había una persona para ello en el partido, Kandi Mahan, la esposa de Hunter Mahan.
Tiger partirá un domingo más de rojo y en la partida estelar junto a de Jonge y Van Pelt en un día donde los aficionados rugirán doblemente y donde se espera vayan en masa después del cierre de puertas del día anterior.