El superhombre regresa al Augusta National, encumbrado, con amnesia del pasado y crecido. Tiger Woods es primera referencia del Masters, el primer Grande de la temporada.
El fenómeno ahora de 37 años lleva ganados cuatro Masters, menos de la tercera parte de sus títulos de Grand Slam, que son catorce. Pero Tiger sale lanzado a por su quinta Chaqueta Verde.
Sus rivales también lo encumbran. «Solo si está enfermo podremos ganarle», comenta el defensor del título, el estadounidense zurdo Bubba Watson. Tiger ganó un título de Grand Slam por última vez en 2008.
Para mayor gloria del otra vez mejor golfista del universo, su potencial relevo en el futuro, el norirlandés de 23 años Rory McIlroy, genera dudas por la mezcla de frustraciones esta temporada y su segundo puesto en Texas el domingo pasado.
Tiger atravesará la Magnolia Lane con la cabeza erguida: tres victorias este año, y otras tres la campaña pasada. Sin embargo, no es el Masters su torneo estrella, aunque tenga cuatro chaquetas en el armario. La última se la enfundó hace 8 años.
«He estado en la pelea muchas veces, pero es de esas cosas en las que he estado muy cerca en los últimos nueve hoyos el domingo y no he podido ganar», dijo Woods tras entrenarse el primer día junto al adolescente chino Guan.
«He estado muy cerca estos años. Espero que este la historia sea distinta«, añadió.
Eso mismo pensará Sergio García, el mejor valedor del golf español aunque sin Grandes en sus vitrinas después de 57 tentativas. Sin embargo, Sergio García viene con los bríos de siempre a su encontronazo con Augusta. Olazábal y Gonzalo Fernández-Castaño completan una terna hispana, aunque García podrá hablar en español desde el comienzo pues ha quedado emparejado con el argentino Ángel Cabrera, único latinoamericano y todo un ganador de la Chaqueta Verde.