Webb Simpson dio el beso más importante de su carrera. El joven estadounidense, de 26 años, besó y levantó por sorpresa el trofeo del US Open, su primer título de Grand Slam, disputado en el Olympic Club de San Francisco.
Otro torneo de Grand Slam y un nuevo campeón. En los últimos 13 ‘majors’ no se ha repetido el nombre del ganador. Los tres últimos, por cierto, conquistados por golfistas estadounidenses: Keegan Bradley (US PGA), Bubba Watson (Masters de Augusta) y ahora Webb Simpson (US Open).
Simpson cerró un fin de semana mágico con dos vueltas de 68 golpes. Durante la definitiva del domingo, los cuatro bajo par que logró en los últimos 12 hoyos cimentaron su éxito. El nuevo campeón sella así una carrera meteórica, pues es la segunda temporada que juega al completo en el PGA Tour y en su segundo US Open, tras quedar el decimocuarto en 2011.
Al triunfo de Simpson no le faltó tampoco grandes dosis de emoción. El norirlandés Graeme McDowell dispuso de un último ‘putt’ de 7 metros en el ‘green’ del hoyo 18 para llevar el desenlace a un desempate, el lunes. El momento fue espeluznante. Simpson estaba pegado al televisor y con su mano izquierda agarrada a la de su mujer, Dowd.
McDowell falló el intento y Simpson se convirtió en el segundo estadounidense que se proclama campeón de un ‘major’ en 2012. Es el tercer y más importante título de su carrera profesional, tras sus dos victorias el año pasado en el PGA Tour.
«Mantuve la tranquilidad durante todo el día. Sabía que era un campo de golf muy difícil. Hice mi trabajo de la mejor forma que sé hacerlo. Probablemente recé más en los últimos tres hoyos de lo que lo he hecho en toda mi vida. Eso me ayudó a mantener la calma y conseguir ganar con -2», comentó Simpson a la NBC después de su ronda.
McDowell y Michael Thompson compartieron la segunda plaza, a un golpe de Simpson, mientras que en la cuarta se agruparon golfistas ilustres como David Toms, Jim Furyk, Padraig Harrington o Jason Dufner.
Sergio García, cuyas posibilidades quedaron enterradas el sábado, concluyó con muy poca brillantez su participación en el Olympic de San Francisco. El casgtellonense firmó 75 golpes (+5) y descendió hasta el puesto trigésimo octavo.
El final de Tiger Woods tampoco fue especialmente lucido. El estadounidense acabó con 73 golpes, a 6 golpes del campeón y en el puesto número 21.
Webb Simpson ganó con +1 en el acumulado, para mejor salud de los responsables de la USGA pero muy severo para los golfistas y el espectáculo.