La victoria anunciada de Tiger Woods se consumó el lunes, en el Farmers Insurance Open. El estadounidense completó los 11 hoyos que le quedaban en loor de multitudes, con una ventaja de 6 golpes que acabó en 4 y que le convierten en ganador por 75 ocasión de un torneo del PGA Tour.
La jornada final no tuvo color ni emoción, pero constató que la leyenda de este jugador sigue en aumento. Tiger se convierte en el único golfista que ha sido capaz de ganar 8 veces en un mismo escenario, Torrey Pines en La Jolla. Consumó su séptimo título de este torneo. Antes lo ganó cuatro veces seguidas (2005 a 2008), además de 2000 y 2003.
Hace casi 5 años, en junio de 2008, Tiger abandonó este campo en La Jolla (California) cojeando pero con el título del Open USA en el bolsillo. Fue su último Grande. El tiempo, juez implacable, ha devuelto al jugador californiano, ahora ratificado en el segundo puesto del ránking mundial más cerca de Rory McIlroy, al éxito en su santuario más importante quizá junto con el Firestone CC (Bay Hill, 7 títulos) y el Augusta National (4 Chaquetas Verdes).
Tiger salió como líder para la última ronda y no defraudó. De 38 ocasiones previas en esta situación solo perdió en dos. Conquistó su cuarto título en los últimos 10 meses (en 2012 logró 3 triunfos). Brandt Snedeker y Josh Teater empataron en la segunda plaza.
El jugador californiano se sitúa segundo en la lista de ganancias (1,08 millones de $), cuarto en la FedExCup y recorta la desventaja sobre McIlroy hacia el liderato mundial. Muchos le daban por muerto tras su escándalo de faldas. Hoy, Tiger sigue alimentando su leyenda.