En el mundo del golf hay pocas relaciones tan sólidas como la que llevan entre manos desde hace mucho tiempo Phil Mickelson y su caddie Jim “Bones” Mackay. Y en el hoyo 18 del jueves pudimos ver otra muestra de esta perfecta sintonía que les caracteriza. Lefty estaba en el green a cinco metros de bandera y a un paso de la gloria, y entonces interpeló a su caddie: “Necesito tu mejor lectura, no sé si la sabes”. “Claro que la sé”, respondió Bones.
Mickelson creyó a pies juntillas las palabras de su mano derecha. La bola tomó la línea perfectamente, pero un exceso de fuerza le privó de la tan merecida hazaña. La cara del golfista de San Diego era todo un poema. Pero no fue el único. En este vídeo podemos apreciar cómo Bones vivió tan intensamente el último putt que no pudo controlar dejarse caer al suelo en cuanto vio que la bola tocaba el hoyo y quedaba a escasos milímetros de él.
Tantos años juntos y tantas anécdotas vividas que se acaba por empatizar con la otra persona de una manera brutal.
It was just too much for Phil’s caddie. #TheOpen pic.twitter.com/tmeO76iS1Y
— The Open (@TheOpen) 14 de julio de 2016