La USGA decidió este año aumentar la cantidad en un millón más que en el pasado 2016 por lo que torneo se quedaba en doce millones de dólares, dos más que el Masters de Augusta, 3.550.000 más que el Open Championship y 1,5 millones más que el PGA Championship.
De esos 12 millones, 2.160.000 son para el campeón, el cheque más importante de la historia dado en un torneo de golf. Pero el de Florida no es el único que se marcha de Erin Hills con un talón con más de seis cifras, ya que Hideki Matsuyama y Brian Harman, empatados en la segunda plaza, se embolsan 1.050.012 dólares cada uno.
En cuanto a los españoles, Jon Rahm se marcha de vacío ya que el no superar el corte le supone no percibir nada, mientras que Sergio García (T21) se lleva a casa 124.951 dólares y Rafa Cabrera-Bello (T42) 44.975.