Desde el mismo momento que comenzaron sus rondas empatados a -5 quedaba claro que esto sería un mano a mano entre los dos jugadores que conformaban el partido estelar, el jugador a zurdas Bubba Watson y el novato Jordan Spieth.
Un mano a mano que se iniciaba ganando el joven de 20 años y que apenas se vio reducido a los primeros nueve hoyos. Sereno ante su primer gran reto, firmaba cuatro birdies en los primeros siete hoyos del campo para aventajar en dos al campeón de 2012 que no perdía los nervios en ningún momento esperando su oportunidad.
No tuvo que esperar mucho el jugador de PING. En el ocho Spieth cometía su primer gran error que aprovechaba Bubba para empatar el partido y en el siguiente nuevo birdie del zurdo y nuevo bogey de Spieth para darle la vuelta al marcador y cobrar una ventaja de dos golpes, ventaja que no se vería reducida.
Los cañonazos de Watson, jugador que más de una vez declaró que nunca tomó clases de golf, dejaban atónito al casi adolescente que miraba impotente las distancias alcanzadas por los drivers del bombardero. Como muestra el misil del hoyo 13, par 5, en pleno Amen Corner cuando la dejó a escasamente 130 metros de la bandera.
La concentración, a diferencia de Spieth, no la perdió en ningún momento y al igual que sucediera hace dos años, en ningún momento salió de su cara ni un solo mal gesto ni una leve sonrisa sabiendo que la fuerza mental sería la clave de la victoria, ni tan siquiera cuando su ventaja era cómoda .
«Ya he ganado una, así que tengo que jugar para mí», declaraba Bubba finalizada la jornada del sábado. «Todos estamos tratando de ganar el mismo trofeo. Todos estamos tratando de hacer lo mismo. Todos vamos a estar nerviosos y todos sabemos lo que significa para nuestra carrera, así que va a ser difícil para todos, no sólo para los chicos que nunca han ganado una.»
Bubba rompió la regla de los 17 años, la que decía que en ese ciclo debía de ganar un rookie. Ya sucedió con Nicklaus en el 63, con Seve en el 80 y con Tiger en el 97. Lo que si ha equilibrado en los últimos doce años ha sido el triunfo de los zurdos ya que la mitad de ellos juegan a siniestras. Bubba Watson ganó con 280 golpes para un acumulado de -8 y tres de ventaja sobre Jordan Spieth y el sueco Jonas Blixt.
Al igual que sucediera hace dos años el jugador de 35 años no pudo reprimir las lágrimas y antes de golpear su última putt ya corrían por sus mejillas. La vida Bubba Watson cambió por completo hace dos años, no por enfundarse su primera Chaqueta Verde si no por la llegada a su vida de su hijo Caleb, adoptado con tan solo un mes de vida.
Fue precisamente Caleb el que recibió el primer abrazo de su padre para luego fundirse con el de su mujer Angie. Se cuenta que Angie le dijo a Watson en su primera cita que si quería tener hijos tendrían que adoptarlos.
«No me acuerdo de los últimos hoyos, solo pensaba hacer pares en ellos. Caminar hasta el 18 fue un poco más fácil esta vez», fueron las primeras declaraciones del jugador. «Después de imponer esta chaqueta el pasado año quería volver. Hace dos años la gané con un poco de suerte, en esta siento que he trabajado duro para lograrla. ¡¡Nunca he amado tanto el color verde!!», añadió.
Miguel Ángel Jiménez finalmente acabó en la cuarta plaza después de entregar una última tarjeta de 71 golpes (-4 en el total) y hacernos soñar con la posibilidad de enfundarse la Chaqueta Verde. Desde que que en 1999 conquistara la victoria José María Olazábal ningún español había salido en la ronda final con opciones de victoria.
La ovación recibida por el «Pisha» en el green del 18 difícilmente será olvidada por el de Churriana que dentro de unos días debutará en el Circuito Senior estadounidense.
Gonzalo Fdez.-Castaño (74) acabó en el puesto 26º con +4 en el total, dos golpes menos que José María Olazábal (73) que quedó situado en el 34º.