Casi nos toca decir eso de jornada aciaga para los intereses de los jugadores españoles en el último Major del año, pero un bogey de Rory McIlroy (+3) en el 18 posibilitó la eliminación del norirlandés y la clasificación de Rafa Cabrera-Bello (+2) y de otros 15 jugadores que compartían con él el registro de dos golpes por encima del par del campo. Y es que nunca llueve a gusto de todos. No está bien alegrarse de que el bicampeón del US PGA Championship abandone Baltusrol a las primeras de cambio, pero durante buena parte de la jornada temíamos quedarnos sin representación española en Springfield (Nueva Jersey). Y eso, sinceramente, nos dolía más.
Sobre todo porque fuimos testigos de cómo Sergio García (+5) se fue desfondando a medida que pasaban los hoyos desde el birdie en la segunda bandera de ayer y acabó completando una jornada para olvidar con 74 golpes –cuatro por encima del par- que junto al impacto que llevaba ya bajo el brazo del jueves provocaron que el castellonense se quedara bastante lejos de poder superar el corte. De esta manera, el de Borriol pone fin a una racha de 10 Majors consecutivos accediendo al fin de semana.
El canario, por su parte, comenzó muy tranquilo, sabiendo que si conseguía un par de birdies y se alejaba de los bogeys tenía muchas posibilidades de pasar el corte. Y así ocurrió. Aunque costó más de lo esperado y tuvo que esperar a que factores externos posibilitaran la hazaña. Y es que pese a empezar con dos birdies y solo un bogey, la segunda parte del recorrido le pasó factura y dos bogeys en el 11 y el 12 dieron al traste con las posibilidades de evitar el sufrimiento.
Aunque el sufrimiento ha valido la pena, porque estará el fin de semana junto a los mejores –algo que no pueden decir ni Dustin Johnson (+9) ni el propio McIlroy-. Eso sí, el golfista grancanario se encuentra a 11 golpes de la cabeza del torneo que en estos momentos ocupan Jimmy Walker (-9) y Robert Streb (-9), quien ha igualado el récord de golpes en una ronda de Major.