Tiger Woods llegaba con las pilas cargadas a St. Andrews. El tres veces campeón en el Open Championship -dos de ellas en la cuna del golf- no quería perder el tren de los mejores y el domingo ya estuvo entrenando junto a su amigo Jason Dufner después de demostrar en el Greenbrier que todavía se podía contar con él, pero jugados los primeros 18 hoyos su peor juego volvió a hacer acto de presencia, hasta tal punto que su resultado fue el peor como profesional en el Old Course.
Tiger, a once de la cabeza, comenzaba en el turno de mañana con las mejores condiciones climatológicas a su favor. En los primeros once hoyos se aprovecharon las ocasiones y se hicieron resultados bajos por parte de algunos de los favoritos y de otros no tanto, Dustin Johnson, Jason Day, Sergio García, Paul Lawrie, Retief Goosen… pero el 14 veces ganador de un grande no encuentra todavía la explicación a sus 76 golpes, 40 de ellos por los primeros nueve hoyos.
Woods comenzó con bogey-bogey, para anotar dos más en el 5 y en 7. Exento de birdies, terminaba penúltimo en el turno de mañana y con las opciones de pasar el corte cercenadas a pesar de los meritorios 36 (par) por los segundos nueve.
«Si las condiciones son duras mañana y hago una buena vuelta podré subir en la clasificación», declaraba Woods al término de su ronda en rueda de prensa. Parece que lo primero llegará al condado de Fife donde se prevé agua y viento de hasta más de 60 kilómetros por hora, en cuanto a lo segundo estaremos atentos y con ganas de que suceda.