Resulta increíble la capacidad de Dustin Johnson para reponerse de los duros golpes que le endosa la vida dentro de los campos de golf. El jugador estadounidense es capaz de intercalar rondas de un juego superlativo con otras que poco o nada tienen que ver con un Top mundial. Él lo tiene asumido y, pese a que temporada tras temporada intenta que estos bajones no sean tan pronunciados, es extraño el evento en el que no encadena golpes magníficos con fallos inexplicables.
Sin ir más lejos, todos recordamos el hoyo 18 del US Open de 2015 disputado en Chambers Bay. Allí, el golfista de Columbia tuvo bola para ganar su primer Major e incluso para forzar el PlayOff de desempate ante Jordan Spieth. Pero la pelotita no quiso entrar, y sus tres putts le condenaron a la segunda posición, un puesto que ya consiguió en The Open Championship del año 2011. Todos pensaríamos que este fallo le rondaría la cabeza durante días, semanas e incluso meses; que le desvelaría por las noches y no le dejaría vivir en paz. Se nota que no conocemos al verdadero DJ.
Esta semana, más de medio año después de ese fatídico día, hemos conocido gracias a la columna “Cuentos del Tour” del periodista norteamericano Doug Ferguson que Dustin Johnson no sufrió un ápice por el dichoso putt. Y es que, según Ferguson, sólo 24 horas después de la ronda final del US Open DJ viajó junto a su pareja y el resto de la familia Gretzky a Idaho para disfrutar de unos días de descanso.
Allí, los Gretzky no quisieron hacer leña del árbol caído y se marcharon a jugar una ronda al campo de golf más cercano sin llamar a Dustin, del que pensaban que estaría destrozado. Cuando iban por el segundo hoyo una voz les sobresaltó: “Ey, esperadme. ¿Por qué no me habéis llamado?” En efecto, era Dustin.
Wayne Gretzky, padre de su pareja y leyenda nacional del hockey sobre hielo, no se lo podía creer. “Es inaudito lo de este chico”, afirmó. “Si después de perder un séptimo partido de las finales de la Copa Stanley me llegan a decir de salir a patinar con alguien habría declinado la invitación”.
DJ está hecho de otra pasta. Sólo le falta aplicar esa fortaleza mental en los campos de golf para convertirse en un rival más temible. Cuidado cuando llegue ese día.