Dice el refrán que después de la tormenta siempre llega la calma y no hay mejor manera de ejemplificar esto que con una fotografía. Al finalizar la jornada del domingo un arcoíris hizo acto de aparición en St. Andrews, sobre las tribunas y los edificios del hoyo 18. Algo digno de agradecer, y es que después de tres días de lluvia y viento también apetece deleitarse con una estampa digna de postal. Parece mentira que este sea el mismo lugar donde apenas 48 horas antes estaba cayendo el diluvio universal.





