Un Rory McIlroy de otro planeta se ha hecho acreedor al título de «Campeón Golfista del Año» al vencer en la 143º edición del Open Championship tras una dura pugna con el español Sergio García y el estadounidense Rickie Fowler empatados en la segunda plaza, subcampeones del torneo y merecedores de la bandeja de plata.
El juego desplegado por McIlroy esta semana en Royal Liverpool ha sido galáctico, dominando de principio a fin y sin dar opción de victoria a ninguno de sus rivales en ningún momento. El jugador partía con seis y siete golpes de ventaja sobre García y Fowler, respectivamente, pero fueron finalmente dos golpes con los venció el norirlandés que en ningún momento vio peligrar su triunfo como así lo atestiguaba en sus primeras declaraciones.
«Nunca estuve por debajo de dos golpes y todavía tenía el hoyo 16 y 18 por delante para jugar, dos hoyos muy favorables para mí. Pienso que la clave estuvo en el 16 cuando hice el birdie y me puse otra vez a tres. Fue un lujo tener dos putts para ganar», dijo el campeón antes de levantar la Jarra de Clarete.
McIlroy (Holywood, 4-5-1989) necesitó de 271 golpes (66+66+68+71), 17 bajo par y dos de ventaja sobre Sergio García (66) y Rickie Fowler (67). En la cuarta plaza acabó Jim Furyk (65) con -13 y Marc Leishman (65) y Adam Scott (66) cierran el Top 5 con -12.
Esta victoria supone para el norirlandés tener tres de la cuatro patas del Grand Slam en su poder después de haber conquistado el US Open en 2011 y el PGA Championship un año más tarde.