Día duro el que tuvo lugar en la jornada del sábado del US Open donde apenas media docena de jugadores lograron restar golpes al recorrido de Chambers Bay Golf.
Una muestra de su dureza se puede comprobar con los eagles anotados en esa tercera jornada. Mientras que el primer día se registraron 12 y 11 en el segundo, durante el sábado apenas se apuntaron 3.
Uno de ellos fue el de J.B. Holmes en el hoyo 16 y desde el búnker. El estadounidense jugó con el contorno del green para introducir la bola en el agujero lo que provocó el rugido del público presente. Espectáculo al cien por cien.