Hacía cerca de 20 años, desde 1998 concretamente, que jugadores de Estados Unidos no conquistaban los tres primeros Grandes de la temporada. El dominio estadounidense en este 2015 viene de la mano de Jordan Spieth -Masters de Augusta y US Open- y de Zach Johnson, reciente ganador el Open Británico.
18 años atrás los protagonistas fueron Mark O’Meara -Masters de Augusta y Open Británico- y Lee Janzen, US Open, en claro poderío de EE.UU., ese año el cuarto Major vino de la mano de Vijay Singh dejando a Europa sin torneos del Grand Slam al igual que sucedió en 2009 y entre 2000 y 2006 si nos remontamos a éste último siglo.
En 1934 tuvo lugar la primera edición del Masters de Augusta y con ello se completaba por lo que conocemos como Grand Slam. No es fácil determinar en qué momento concreto se acuñó el término con los actuales cuatro torneos, aunque algunas fuentes lo atribuyen a Arnold Palmer, quien en 1960 -después de ganar los dos primeros torneos de la temporada (el Masters de Augusta y el US Open)- comentó que si ganaba el Abierto británico y el Campeonato de la PGA, habría completado un «Grand Slam propio» como ya hiciera Bobby Jones en 1930.
Desde esa fecha, 1934, solo hubo un año en el que los cuatro Majors fueron ganados por golfistas no estadounidenses. Fue en 1994 año en el que José María Olazábal se enfundaba su primera Chaqueta Verde, los otros tres se los apropiaron los sudafricanos Ernie Els y Nick Price.
En el sentido contrario, nos tenemos que remontar hasta 1982 para ver a cuatro estadounidenses en lo más alto de las cuatro clasificaciones. Craig Stadler (Masters), Tom Watson (US Open y Open Championship) y Rayd Floyd (US PGA) fueron los protagonistas.
Desde que en 1860 tuviera lugar el primer Open Championship se han disputado 411 Grandes de los que 256 ha ido a parar a manos estadounidenses y 108 a Europa de los que 7 pertenecen a España -5 a Seve Ballesteros y 2 a José María Olazábal-.
Jack Nicklaus con 18 Grandes (1962-1986), Tiger Woods con 14 (1997-2008) y Walter Hagen con 11 (1914-1929), los tres estadounidenses, son los únicos en sumar más de una decena de trofeos, mientras que apenas 44 consiguieron levantar tres o más.