Pues vamos a tener emoción hasta el final en el Masters. Y es que la climatología se ha empeñado en maltratar desde bien temprano a los 57 jugadores que saltaban al tee de salida del Augusta National.
Al igual que sucediera en la jornada de ayer, el intenso viento ha sido uno de los grandes protagonistas de la velada y ha provocado que se hayan visto tanto acciones de lo más disparatadas –no se pierdan el putt para eagle de Billy Horschel en el hoyo 15 que ha acabado finalmente en el agua– como resultados anormales a todas luces –el 13 sobre par con el que ha finalizado el día el estadounidense Kevin Na es una pequeña muestra-.
Y un día más los nuestros no han sido ajenos a esta problemática. De nuevo la peor parte se la ha acabado llevando Sergio García (+9), que ha visto cómo ha pasado en 48 horas de coquetear con el liderato a buscar su nombre por la parte de debajo de los golfistas que todavía quedan sobre la hierba. El castellonense ha tenido una ronda para olvidar en Georgia, y ya desde el comienzo se empezaba a vislumbrar que hoy era uno de esos días en los que es mejor no levantarse de la cama.
El de Borriol cometió un doblebogey en la primera bandera y, pese a que rápidamente logró un birdie con el que volvía a insuflarse ánimos, los 16 hoyos restantes fueron un auténtico suplicio. Hasta 8 bogeys firmó García del 3 al 18, una media de un bogey cada dos hoyos que le hizo apartarse definitivamente de toda lucha por estar el último día peleando por la tan ansiada Chaqueta Verde.
Cabrera-Bello (+6), a pesar de su esfuerzo, tampoco será uno de los jugadores a tener en cuenta en las horas finales. Y eso que, al contrario que García, empezó como una auténtica moto con dos birdies en los dos primeros hoyos disputados. Sin embargo, cinco putts en el green del hoyo 5 le hicieron cometer un triplebogey del que ya no logró recuperarse.
Eso sí, todavía tiene a tiro de piedra el Top 20, del que solo le separan dos golpes, un tremendo colofón a su primera experiencia en Augusta. Aunque el gran éxito sería terminar entre los 12 primeros lo que le otorgaría el pasaporte para la próxima edición en 2017 sin depender de nada más.
Y por arriba la cosa no podía estar más emocionante. Sigue dominando Spieth (-3) –que, contando con el año pasado, suma siete rondas consecutivas ostentando el liderato-, pero el texano ha vuelto a dejarse golpes por el camino y sus rivales ya están a tiro de piedra.
Es el caso de su compatriota Smylie Kaufman (-2), del veterano Bernhard Langer (-1) y del japonés Hideki Matsuyama (-1) –por cierto, únicos golfistas bajo par-, que han aprovechado un día sin excesivos errores para poner la nota de picante de cara a los últimos 18 hoyos del domingo. Ahora bien, todavía no hay que descartar definitivamente al número 1 mundial Jason Day (Par) y a Rory McIlroy (+2), quienes asoman a escasos golpes.