Las lágrimas en el 18 lo dicen todo. Tras mucho pelear por fin es suyo. El australiano ha conseguido a los 27 años entrar en la historia de este deporte y poner el colofón final a un año para el recuerdo –y eso que todavía no ha acabado–. Campeón en febrero del Masters Insurance Open, ganador el mes pasado en el Open de Canadá y en agosto de 2015 coronado como vencedor de su primer Major.
El golfista nacido en la localidad de Beaudesert supo administrar la ventaja de dos golpes con la que llegaba a los últimos 18 hoyos para finalizar con cinco golpes bajo par en el día (-20), aventajando en tres a su máximo perseguidor, el norteamericano Jordan Spieth, que se queda con la miel en los labios tal y como le sucediera hace un mes en el Old Course de St. Andrews.
Jason Day se convierte de esta manera en el quinto jugador australiano en conseguir el último Grande de la temporada -cuarto de la era moderna-, tras Jim Ferrier (1947) David Graham (1979), Wayne Grady (1990) y Steve Elkington (1995) y llega con la moral por las nubes de cara a los PlayOff de la FedEx Cup.
Jordan Spieth lo intentó, pero no pudo hacer nada ante el vendaval de birdies del oceánico. Eso sí, el de Dallas no se marchó de vacío de Whistling Straits, pues consiguió la meta que tanto ha perseguido en los últimos tiempos: el número uno mundial. Y todo ello gracias –además de a su segundo puesto- a la decimoséptima posición conseguida por Rory McIlroy.
El norirlandés entregó una tarjeta final de -9 –tres bajo par en el día- y no le quedó más remedio que abdicar en el estadounidense. No obstante, se lleva a casa la sensación de que la lesión ya es historia y ahora podrá luchar en igualdad de condiciones para recuperar su corona.
Sergio García vivió este domingo su mejor día en Kohler, y finalizó sus últimos 18 hoyos con dos golpes por debajo del par del campo. Así pues, el de Borriol se queda al par en el global y finaliza en el T54, muy lejos del grupo de cabeza.