El estadounidense sigue imparable en su lucha por conseguir la victoria en el primer grande de la temporada. El texano mantiene la ventaja sobre sus perseguidores merced a las dos primeras jornadas, donde logró un gran colchón que le ha permitido vivir de la renta durante el día de hoy. Pero no se ha conformado con eso.
Al contrario. Tiene a tiro de piedra batir el récord histórico en 72 hoyos en Augusta -que ahora mismo posee Tiger Woods-, donde en 1997 el californiano venció con un -18. Hoy, el golfista de Dallas, pese a tener un comienzo dubitativo, dos birdies consecutivos en los hoyos 12 y 13 le han permitido coger oxígeno y jugar a partir de entonces con menos presión, situándose finalmente con un -2, para un -16 en la general.
Sin embargo, un invitado inesperado, después de lo visto el jueves, se ha colado en la fiesta de Spieth. Un viejo conocido de Augusta, el tres veces ganador de la Chaqueta Verde Phil Mickelson. Lefty ha continuado con el juego desplegado en el día de ayer y ha sido capaz de recortar distancias con el líder, merced a un gran -5, que le sitúan con -11, a solo cinco golpes del texano.
Enorme torneo el de Mickelson, que ha ido de menos a más y va a plantear batalla hasta el final. Si mañana consigue un día como el de hoy, sus opciones de victoria en el Augusta National subirán drásticamente.
Pero no está solo en esta lucha, ni mucho menos. El inglés Justin Rose se ha colocado en segunda posición tras el -5 de hoy, para un total de -12, a solo cuatro del líder. A más distancia se encuentran el número uno mundial Rory McIlroy y Tiger Woods que, pese a cuajar un buen día hoy (-4), se encuentran a diez golpes de Spieth y sus opciones de victoria parecen remotas.
Quién si dijo adiós a cualquier triunfo es Sergio García después de una tercera ronda en la que afloraron los dientes de sierra alternándose los birdies con los bogeys. El castellonense es décimo octavo con -3 en el acumulado tras entregar una cartulina de -1.
Llegamos a la última jornada con todo el pescado por vender. Es la hora de los valientes y éste es el momento que esperaban los detractores de Spieth. Con 21 años deberá defender la ventaja conseguida los tres primeros días de competición ante jugadores de la experiencia de Mickelson o Rose. ¿Se acuerdan de 2011 cuando McIlroy disponía cuatro golpes de ventaja al comienzo de la última jornada y acabo firmando 80 el domingo? El norirlandés tenía por aquel entonces la misma edad que hoy tiene Spieth. La inexperiencia puede pasar factura.
Un huracán llamado Jordan Spieth hace historia en Augusta en la segunda jornada
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